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viernes, 30 de mayo de 2014

12 de Agosto de 2013



      Una vez conocí a alguien especial. Un día sin más apareció en mi vida. Era una de esas personas tan pero tan difíciles de encontrar... de esas que vez tan ... oscuras, que no puedes evitar la tentación de desear llenarlas de luz, sin embargo me advirtió que no podría hacerlo, y efectivamente... no pude. Le regalé mi pasado, y le permití ver mis lágrimas, y me escuchó. Le ofrecí mi tiempo y a cambió él me brindó pedacitos de su presencia. Convirtió mis horas junto a él en segundos y mis minutos en su ausencia en días... y en necesidad. Una noche, sin explicación, decidió dar media vuelta y marcharse, tan silenciosamente como había llegado. Nunca me explicó el porqué... simplemente no hizo falta. Los tres lo sabíamos. De mis noches a su lado heredé esas sonrisas que mueren apenas han terminado de cruzarse... y los recuerdos... Hoy es una de esas noches en las que pienso en esa persona, y en las que espero que su decisión fuera la correcta. No tanto por él, sino por mí al permitir que se alejara de mi lado. Nadie debería dejar que alguien que le importa se marche. Se fue. Se marchó, y pese a que duela sé que no volverá jamás. Era una de esas personas tan oscuras, que no puedes evitar la tentación de desear llenarla de luz... paradójicamente, fue él quien me dibujo las sonrisas cuando mi rostro estaba empapado. Él era un pozo demasiado oscuro... y yo no tenía la fuerza suficiente como para hacerle frente... Tal vez porque ni siquiera llegué a conocerle realmente... Es lo que ocurre con aquellos que se encubren tras mil caretas... yo fui la ingenua que esperaba no estar frente a ninguna. Tú... Lo más seguro es que nunca leas esto... Lo más seguro es que hoy yo esté muerta para ti... Te echo de menos... Por una vez desearía volver atrás en el tiempo y poder revivir esas horas una última vez... No puedo reprocharme no haberlas valorado, porque te juro que valoré esos instantes como pocas otras cosas antes, pero de haber sabido que terminarían así... tal vez... me hubiese atrevido a pedirte que por favor, no te alejases de mi lado. Es cruel salvar a alguien para después volver herirla. Simplemente hoy... no sé si debo darte las gracias o pedirte que vuelvas... ¿Para qué mentir? No sé siquiera... si tengo el derecho a pedírtelo...


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