.

.

viernes, 30 de mayo de 2014

Ya había que tener valor de abrir un recoveco de versos entre tantas horas de hastío; y sin embargo aquí estamos, escondidos entre nosotros mismos, regalándonos nuestras lágrimas en tinta mientras otros han perdido la noción del tiempo. Nosotros que perdemos la razón del sentimiento en pos de los de aquellos que leen. Y que lean... que sigan llorando sus versos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario